A veces cuando nos incitan a ser optimistas pensamos:

"Decirlo es fácil" , pero yo he aprendido que es más fácil

ser optimista aún en contra corriente ...

El pesimista debilita sin saberlo su capacidad, su carácter, su voluntad.

El cargar con el peso inútil de mensajes negativos, lo induce a

perder la fuerza con su ansiedad y negativismo, y carece

del mínimo sentido común para arreglar el problema más sencillo.

Porque el mismo crea barreras infranqueables y se siente en todo momento

cercado de amenazas de fracaso.

En lugar de alimentar a su mente y espíritu con un ¡quiero y puedo!

está siempre seguro de fracasar en cualquier intento,

y lamentablemente ...así le sucede .

El optimista por el contrario, toma sus asuntos con calma y mesura ,

así sea ésta calma una construcción pretendida y se llena de la afirmación

de que está capacitado para llevar cualquier problema a feliz termino.

Camina por la vida sabiendo que posee la fuerza y talento necesarios

porque tiene puesta su confianza en Dios primero y en si mismo luego.

Sabedor así, que un día de trabajo bien empleado; le da felicidad,

le proporciona un sueño tranquilo, le atrae bendiciones

toma su día a día con contentamiento y serenidad ,

de esta forma con optimismo, logra todo aquello que se ha propuesto

Así que ...¡seamos optimistas!

Malusa