Suelo caminar cada día,
buscando dónde sea una sonrisa
una mirada franca y una mano extendida .
Aún si para ello debo echar mano
de la imaginación creativa , o del recuerdo
o desde el olvido.
Y recurro ocasional a un trozo de papel
dónde plasmo fonemas que conjugan verbos
que juegan diletantes con adjetivos varios.
Soledad, melancolía, alegría y tristeza ;
se amalgaman con los sueños y las utopias
para querer, amar, anhelar,soñar, llorar,
construir, derribar, reconstruir y vivir.
Ese vivir de cada día
nos demuestra que el existir, es solamente
cuestión de decisión humana y voluntad divina
y que la vida se lleva frecuente entre dos manos
dos manos que se buscan , que se aferran ,
que se enlazan con armonía plena ,
o que se sueltan rechazando el contacto.
Solo puede decirte que una mano extendida
es una terapia que da muy buen resultado.
A veces pienso que esa disciplina que me he impuesto
es en forma y modo , un dogma de buen vivir
y se refleja frecuentemente en una sonrisa ajena,
en otra mano que toma la mía , en un concepto,
en vivencias , de algo muy real y vital
existir en contentamiento con el aqui y el ahora ,.
Aprender a vivir , es en cualquier momento
positiva tarea , que nos lleva sin duda
a luchar por ser mejores seres humanos cada día
y si al menos un poquito se consigue
el aprendizaje será ganancia real .
Malusa
